martes, 1 de noviembre de 2011
martes, 25 de octubre de 2011
libros
- Campaña del Ejército Grande
- Las Escuelas, Bases de la Prosperidad
- Método Gradual de Enseñar a Leer el Castellano
- Mi Defensa
- Recuerdos de Provincia
- Viajes por África, Europa y América
- Vida de Aldao
- Vida de Dominguito
el zonda
El Zonda
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Fue un periódico de la Provincia de San Juan de corte liberal y unitario editado por Domingo Faustino Sarmiento durante el año 1839 durante la gobernación de Nazario Benavídez. Volvió a ser editado en 1862 durante la gobernación de la provincia por Sarmiento.
En 1839 Doña Paula Albarracín de Sarmiento y su hermana Procesa, madre y tía de Domingo Faustino Sarmiento respectivamente intercedieron ante el Gobernador de San Juan, general Nazario Benavidez para que permitiera a Sarmiento volver a la provincia, de donde se había exiliado. El gobernador permitió el regreso y a los días lo puso a cargo de la imprenta del estado.[1]
Esta imprenta había sido comprada por Salvador María del Carril con los fondos obtenidos de la venta de bienes de los conventos que había clausurado. Es la misma imprenta en la cual se había imprso en 1825 El Defensor de la Carta de Mayo, primer periódico de la provincia de San Juan.
Al poco tiempo de asumir sus nuevas funciones Domingo Faustino Sarmiento y un grupo de amigos de pensamiento liberal y unitario entre los que estaban Manuel Quiroga Rosas, Indalecio Rodríguez, Pedro Echagüe y Antonino Aberastain pidieron autorización para publicar un periódico y comenzaron El Zonda.[2] El 20 de Julio de 1839 se publicó el primer número.
El primer número contenía una crónica de la apertura del Colegio Santa Rosa en la Ciudad de San Juan. El era el fundador y primer director del colegio.[3]
En el artículo titulado "Las tapias tienen orejas", uno de los pocos con autoría comprobada por parte de Sarmiento desarrolla un diálogo entre dos personajes, uno ilustrado y el otro analfabeto donde el primero explica al segundo las conveniencias de la educación para el progreso individual y social y para la elección de buenos gobernantes. Este artículo prefigura las tesis que luego desarrollaría en su libro Facundo o civilización y barbarie en las pampas argentinas
En 1839 Doña Paula Albarracín de Sarmiento y su hermana Procesa, madre y tía de Domingo Faustino Sarmiento respectivamente intercedieron ante el Gobernador de San Juan, general Nazario Benavidez para que permitiera a Sarmiento volver a la provincia, de donde se había exiliado. El gobernador permitió el regreso y a los días lo puso a cargo de la imprenta del estado.[1]
Esta imprenta había sido comprada por Salvador María del Carril con los fondos obtenidos de la venta de bienes de los conventos que había clausurado. Es la misma imprenta en la cual se había imprso en 1825 El Defensor de la Carta de Mayo, primer periódico de la provincia de San Juan.
Al poco tiempo de asumir sus nuevas funciones Domingo Faustino Sarmiento y un grupo de amigos de pensamiento liberal y unitario entre los que estaban Manuel Quiroga Rosas, Indalecio Rodríguez, Pedro Echagüe y Antonino Aberastain pidieron autorización para publicar un periódico y comenzaron El Zonda.[2] El 20 de Julio de 1839 se publicó el primer número.
El primer número contenía una crónica de la apertura del Colegio Santa Rosa en la Ciudad de San Juan. El era el fundador y primer director del colegio.[3]
En el artículo titulado "Las tapias tienen orejas", uno de los pocos con autoría comprobada por parte de Sarmiento desarrolla un diálogo entre dos personajes, uno ilustrado y el otro analfabeto donde el primero explica al segundo las conveniencias de la educación para el progreso individual y social y para la elección de buenos gobernantes. Este artículo prefigura las tesis que luego desarrollaría en su libro Facundo o civilización y barbarie en las pampas argentinas
martes, 18 de octubre de 2011
dia del maestro
Se festeja ese dia por que Domingo F Sarmiento murio ese dia.
Samiento, Maestro
En 1842, Sarmiento funda y dirige en Santiago de Chile en la proscripción, la primera escuela normal que se conoció en América Latina. Años más tarde desde la presidencia de la Nación envía al Congreso un mensaje redactado y firmado por su ministro Avellaneda en el que expresa que "Las Provincias no tienen maestros. La escuela requiere ante todo la presencia del maestro que es su alma y de la que depende su decadencia o progreso". El propósito era principalmente combatir la ignorancia, salvar a los pueblos de la barbarie y para todo ello nada mejor que la creación de establecimientos oficiales para formar maestros. Con la propagación de las escuelas normales, pudo resolverse en gran parte el problema del analfabetismo. De aquellas escuelas normales salieron las primeras generaciones de maestros, que mal pagados, pero con una vocación enorme de hacer patria, recorrieron de punta a punta el país inaugurando cátedras de civismo, ilustraron a grandes y a chicos y por sobre todo enseñaron a cantar el Himno Nacional y sobre los ranchos y los humildes locales escolares, enarbolaron la bandera de la patria.
Si bien ejerció distintas profesiones, a Sarmiento se lo recuerda principalmente como el principal impulsor del sistema educativo nacional. Siendo Presidente de la Nación (1868-1874), la obra que desplegó en este sentido da bases para el sitial de honor que tiene en las escuelas del país: multiplicó el número de alumnos en las escuelas (la cifra de educandos pasó de 30 mil a 100 mil), creó la primera institución dedicada a la formación de maestros (la Escuela Normal de Paraná), promocionó la práctica de la lectura, a través de la Ley de Bibliotecas Populares, que dio origen a 140 bibliotecas en todo el país, e impulsó la creación de escuelas en todas las geografías de la nación. En 1875 es electo senador nacional por San Juan y director general de escuelas por la provincia de Buenos Aires, cargos que abandona en 1879 tras su nombramiento como Ministro del Interior de Avellaneda. Luego de su gestión presidencial también abogó por la educación durante el gobierno de Julio A. Roca, Superintendente de Escuelas del Consejo Nacional de Educación y publica El Monitor de la Educación Común, pero en corto tiempo su apoyo a la educación laica genera polémicas con miembros del Consejo, que lo obligan a renunciar a su cargo. Finalmente, la sanción de la Ley 1420 de educación obligatoria, laica y gratuita constituye un reflejo de su lucha.
Si bien ejerció distintas profesiones, a Sarmiento se lo recuerda principalmente como el principal impulsor del sistema educativo nacional. Siendo Presidente de la Nación (1868-1874), la obra que desplegó en este sentido da bases para el sitial de honor que tiene en las escuelas del país: multiplicó el número de alumnos en las escuelas (la cifra de educandos pasó de 30 mil a 100 mil), creó la primera institución dedicada a la formación de maestros (la Escuela Normal de Paraná), promocionó la práctica de la lectura, a través de la Ley de Bibliotecas Populares, que dio origen a 140 bibliotecas en todo el país, e impulsó la creación de escuelas en todas las geografías de la nación. En 1875 es electo senador nacional por San Juan y director general de escuelas por la provincia de Buenos Aires, cargos que abandona en 1879 tras su nombramiento como Ministro del Interior de Avellaneda. Luego de su gestión presidencial también abogó por la educación durante el gobierno de Julio A. Roca, Superintendente de Escuelas del Consejo Nacional de Educación y publica El Monitor de la Educación Común, pero en corto tiempo su apoyo a la educación laica genera polémicas con miembros del Consejo, que lo obligan a renunciar a su cargo. Finalmente, la sanción de la Ley 1420 de educación obligatoria, laica y gratuita constituye un reflejo de su lucha.
Sarmiento su formacion intelectual
Figura descollante en nuestro devenir histórico, puede afirmarse sin lugar a dudas, que el núcleo central de su pensamiento se encuentra en la generación de 1830, con las diferencias que pueden existir entre un medio cultural del interior y otro correspondiente a Buenos Aires, a lo que habría que agregar la tenacidad de su esfuerzo autodidacta. Sin estas referencias casi obligadas, no podría interpretarse la línea filosófico-positivista un tanto desdibujada, que entre los años 1880 y 1920 se desarrolla en la cultura argentina. La comparación con Alberdi es imposible de obviar. Sarmiento no tuvo una formación filosófica académica, ni tampoco la ocasión de profundizar tratados sistemáticos. Sus escritos, de una prosa muy personal, revelan una filosofía de vida, una visión del mundo y del hombre, particularmente de América. Su pensamiento se va forjando al compás de su existencia y de sus luchas apasionadas. Su marcada vocación intelectual le permite aprovechar cuanto recurso tiene a mano. En el período juvenil la religión cumple un rol importante; luego se inclinaría gradualmente hacia el iluminismo. Rousseau lo impacta profundamente entre 1827 y 1829; la lectura de Feijóo contribuye en el mismo sentido, pero lo que constituye el detonante de su crisis existencial es el encuentro con Castro Barros y sus denuestos ultramontanos. Cuanto autor iluminista cae en sus manos, es leído ávidamente, devorado practicamente por Sarmiento, el que pese a no haber recibido enseñanza académica ideológica, es quizás superior a sus contemporáneos. Las diferencias que se plasman entre un Sarmiento combativo, apasionado y crítico por un lado y la mesura, el equilibrio y la diplomacia que queda de la enseñanza de Alcorta por el otro, son abismales. La adhesión al romanticismo le llega por intermedio de su amigo Quiroga Rosas. Sus ideas, al menos en sus instancias centrales, son: visión dinámica y progresiva de la historia; fé democrática; liberalismo religioso ; primado de la acción sobre la teoría y la educación como único resorte válido del progreso . La asimilación y comprensión de autores iluministas se encuentra claramente planteada en Civilización y Barbarie. La estadía en Chile, donde se encuentra con Andrés Bello, pensador influído por Víctor Cousin, su polémica con Alberdi, sus viajes por Europa y E.E.U.U. acentúan largamente la relación con la cultura angloamericana, teniendo entre sus efectos más visibles una consustanciación muy particular con el darwinismo.
Sarmiento escritor
Prolífico escritor, sus obras completas suman 52 tomos. Entre ellas se destacan "Mi defensa"; "Facundo", Vida de Juan Facundo Quiroga; "Viajes", donde cuenta sus experiencias en el extranjero; "Argirópolis"; "Recuerdos de Provincia", de corte autobiográfico; "Campaña del Ejército Grande"; Vida de Dominguito, que narra la vida de su hijo adoptivo muerto en Paraguay; "Conflictos y armonías de las razas de América"; Educación popular", Método de Lectura Gradual y Civilización y Barbarie.
Sarmiento periodista
De su amplia labor como periodista, se destaca la creación del periódico El Zonda en su San Juan natal, sus publicaciones en El Mercurio de Valparaíso y en el Progreso de Santiago, sus agudas polémicas con Juan B. Alberdi y su defensa pública de la educación desde el diario El Nacional de Buenos Aires. Visitó además Estados Unidos y Europa, donde publicó obras literarias y conoció a pedagogos y escritores. En 1881, como superintendente general de escuelas, fundó la revista El Monitor de la Educación Común, referencia fundamental para la educación argentina.
Muerte de domingo faustino sarmiento
Durante los años de 1887–1888, con la salud deteriorada por la sordera y una insuficiencia cardiovascular y bronquial, se refugió en el clima cálido de Asunción. Era ahora un anciano y su salud estaba quebrantada. Le costaba respirar y los médicos le aconsejan alejarse de Buenos Aires para evitar los fríos. Además se agudizaba su hipertrofia cardíaca. A comienzos de 1888 se embarcó con su hija Faustina y sus nietos para Asunción, donde ya había estado el año anterior.
Pero el 11 de septiembre de 1888, Sarmiento fallece en Asunción, Paraguay. Sus restos fueron inhumados en Buenos Aires, 10 días después. Ante su tumba, Carlos Pellegrini sintetizó el juicio general: “Fue el cerebro más poderoso que haya producido la América".[cita requerida]
Pero el 11 de septiembre de 1888, Sarmiento fallece en Asunción, Paraguay. Sus restos fueron inhumados en Buenos Aires, 10 días después. Ante su tumba, Carlos Pellegrini sintetizó el juicio general: “Fue el cerebro más poderoso que haya producido la América".[cita requerida]
dominguito
En medio de su larga vida, se destacó el joven Dominguito Fidel Sarmiento, conocido popularmente como "Dominguito". Hijo de Domingo Castro y Calvo y Benita Martínez Pastoriza, nació en Chile en 1845 y su nombre original era Domingo Fidel Castro. Siendo muy pequeño murió su padre, y tiempo después su madre se casó con Domingo Faustino Sarmiento –también viudo– quien lo adoptó en 1848.
A los cuatro años aprendió a leer; en su país natal cursó estudios primarios y terminó el bachillerato en Argentina. Al estallar la Guerra de la Triple Alianza, Dominguito decidió alistarse en el ejército argentino pese a la oposición de su madre. Participó con el grado de capitán del Ejército Argentino.
En septiembre de 1866, durante la Batalla de Curupayty, Dominguito fue herido de muerte; tenía 21 años de edad. Sarmiento desempeñaba entonces el cargo de ministro plenipotenciario de la Argentina en Estados Unidos, donde recibió la noticia de la muerte de su hijo adoptivo por medio de los enviados especiales de Bartolomé Mitre. La noticia lo sumió en una profunda depresión.
Poco tiempo después, Sarmiento renunció al cargo diplomático y emprendió el regreso a Buenos Aires. Ya en la capital argentina, se dirigió al cementerio, donde se encontraba la tumba de Dominguito, y allí pasó un largo rato muy devastado. Años después escribió la biografía de su hijo: "Vida de Dominguito
A los cuatro años aprendió a leer; en su país natal cursó estudios primarios y terminó el bachillerato en Argentina. Al estallar la Guerra de la Triple Alianza, Dominguito decidió alistarse en el ejército argentino pese a la oposición de su madre. Participó con el grado de capitán del Ejército Argentino.
En septiembre de 1866, durante la Batalla de Curupayty, Dominguito fue herido de muerte; tenía 21 años de edad. Sarmiento desempeñaba entonces el cargo de ministro plenipotenciario de la Argentina en Estados Unidos, donde recibió la noticia de la muerte de su hijo adoptivo por medio de los enviados especiales de Bartolomé Mitre. La noticia lo sumió en una profunda depresión.
Poco tiempo después, Sarmiento renunció al cargo diplomático y emprendió el regreso a Buenos Aires. Ya en la capital argentina, se dirigió al cementerio, donde se encontraba la tumba de Dominguito, y allí pasó un largo rato muy devastado. Años después escribió la biografía de su hijo: "Vida de Dominguito
Sarmiento precidente
Fue propuesto como candidato a la presidencia de la Nación por un grupo de políticos del país, a iniciativa del coronel Lucio V. Mansilla. Mientras se encontraba en los Estados Unidos, fue electo para el cargo en las elecciones nacionales de agosto de 1868, y asumió el cargo el 12 de octubre de 1868.
Su gestión presidencial se centró en la promoción de la educación y el desarrollo de las comunicaciones en el país.
Una de sus primeras decisiones fue realizar una Exposición de Artes y Productos Nacionales, en la ciudad de Córdoba. La gente tomó este proyecto como una locura, pero la realización terminó siendo un gran éxito. En ella se promovieron tejidos, curtiembres, fundiciones, tintorerías, y productos agropecuarios; todos de distintas regiones del país. Durante su visita a la exposición Sarmiento ostentó un traje de vicuña elaborado con telas nacionales y recibió además en premio una medalla por haber introducido el mimbre en el país.[5]
Se alentó la inmigración, se encargó la reforma del puerto y se realizó el primer censo de población.
Sarmiento y su ministro Dalmacio Vélez Sársfield fueron los mayores propulsores de la telegrafía eléctrica en el país.
En su mensaje de 1873 pudo afirmar que "La línea de telégrafos ha sido completada y recorre toda la República".
El 5 de agosto de 1874, en las postrimerías de su período presidencial, inauguraba la primera comunicación telegráfica con Europa. Decretó que el día de la inauguración del cable telegráfico, que en sus palabras convertía a todos los pueblos en "una familia sola y un barrio", fuese feriado nacional. La ceremonia contó con la presencia entre otros del ya ex-ministro Vélez Sarfield, a quien Sarmiento atribuyó en el acto "el honor exclusivo de la atrevida idea y de la rápida ejecución de la red de telégrafos, que contribuye a dar paz a la República y bienestar a sus hijos".
Su gestión presidencial se centró en la promoción de la educación y el desarrollo de las comunicaciones en el país.
Una de sus primeras decisiones fue realizar una Exposición de Artes y Productos Nacionales, en la ciudad de Córdoba. La gente tomó este proyecto como una locura, pero la realización terminó siendo un gran éxito. En ella se promovieron tejidos, curtiembres, fundiciones, tintorerías, y productos agropecuarios; todos de distintas regiones del país. Durante su visita a la exposición Sarmiento ostentó un traje de vicuña elaborado con telas nacionales y recibió además en premio una medalla por haber introducido el mimbre en el país.[5]
Se alentó la inmigración, se encargó la reforma del puerto y se realizó el primer censo de población.
Sarmiento y su ministro Dalmacio Vélez Sársfield fueron los mayores propulsores de la telegrafía eléctrica en el país.
En su mensaje de 1873 pudo afirmar que "La línea de telégrafos ha sido completada y recorre toda la República".
El 5 de agosto de 1874, en las postrimerías de su período presidencial, inauguraba la primera comunicación telegráfica con Europa. Decretó que el día de la inauguración del cable telegráfico, que en sus palabras convertía a todos los pueblos en "una familia sola y un barrio", fuese feriado nacional. La ceremonia contó con la presencia entre otros del ya ex-ministro Vélez Sarfield, a quien Sarmiento atribuyó en el acto "el honor exclusivo de la atrevida idea y de la rápida ejecución de la red de telégrafos, que contribuye a dar paz a la República y bienestar a sus hijos".
martes, 11 de octubre de 2011
poemas de DOMINGO F. SARMIENTO
Sarmiento: escúchame, yo soy el niño:
te hablo mirando el cielo, arrodillado,
porque sé que me diste tu cariño
y que por mí has sufrido y has luchado.
Sé que me dedicaste la existencia,
de inquietud y de amor llené tus días,
y, maestro ejemplar por excelencia,
hiciste tuyas las angustias mías.
No tiembles en el bronce por mi suerte;
seguiré, con un libro entre las manos,
por la senda del bien que me has labrado.
Desde el hondo misterio de la muerte,
desde el mayor de todos los arcanos,
¡mírame! Soy tu sueño realizado.
biografia
Domingo Faustino Sarmiento (San Juan) Argentina 15 de febrero de 1811 asunción del Paraguay 11 de septiembre de 1888 fue un político , pedagogo , escritor , docente , periodista , militar argentino , gobernador de la provincia de San Juan entre 1862 y 1864 senador nacional de su provincia por su provincia de San Juan precidente de la nacion Argentina entre 1868 y 1874 DÍA DE PANAMERICANO DEL MAESTRO EL 11 DE SEPTIEMBRE
biografia
Domingo Faustino (san juan) argentina 15 de febrero de 1811 asunción del paraguay, 11 de septiembre de 1888 fue un político, pedagogo , escritor! docente periodista militar argentino , gobernador de la provincia de san juan entre 1862 y
Obra
- Mi defensa, 1843.
- Facundo o Civilización y Barbarie, 1845; Trata sobre el caudillo riojano Facundo Quiroga y las diferencias entre los federales y unitarios. Es una descripción de la vida social y política del país que tiene alcances sociológicos e históricos, pues ofrece en él una explicación sociológica del país fundada en el conflicto entre la «civilización» y la «barbarie», personificadas respectivamente en los medios urbano y rural.
- Vida de Aldao, 1845.
- Método gradual de enseñar a leer el castellano, 1845.
- Viajes por África, Europa y América, 1849; Autobiográfica.
- Argirópolis, 1850.
- Recuerdos de provincia, 1850; Autobiografía.
- Campaña del Ejército Grande, 1852.
- Las ciento y una, 1853; serie de epístolas dirigidas a Juan Bautista Alberdi.
- Comentario a la Constitución de la Confederación Argentina, 1853.
- Memoria sobre educación común, 1856.
- El Chacho, 1865; sobre el caudillo riojano Ángel Vicente Peñaloza.
- Las escuelas, bases de la prosperidad, 1866.
- Conflicto y armonías de las razas en América, 1884. En esta obra desarrolla una concepción semejante a la de Facundo, pero encarada desde el punto de vista étnico. Su primer tomo es de 1884 y el segundo, póstumo, que según su autor es «Facundo llegado a la vejez».
- Vida de Dominguito, 1886; sobre su hijo adoptivo, muerto en la Guerra de la Triple Alianza.
martes, 4 de octubre de 2011
HIMNO A SARMIENTO
Fue la lucha, tu vida y tu elemento; la fatiga, tu descanso y calma; la niñez, tu ilusión y tu contento, la que al darle el saber le diste el alma. Con la luz de tu ingenio iluminaste la razón, en la noche de ignorancia. Por ver grande a la Patria tu luchaste con la espada, con la pluma y la palabra. En su pecho, la niñez, de amor un templo te ha levantado y en él sigues viviendo. Y al latir, su corazón va repitiendo: ¡Honor y gratitud al gran Sarmiento! ¡Honor y gratitud, y gratitud! ¡Gloria y loor! ¡Honra sin par para el grande entre los grandes, Padre del aula, Sarmiento inmortal! ¡Gloria y loor! ¡Honra sin par! |
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